Problemas sucesorios en la Corona de Castilla: la herencia de Carlos I
La herencia familiar de Carlos de Gante, futuro Carlos I, supuso la formación de un extenso imperio que unió a las Coronas de Castilla y Aragón, legado proveniente de sus abuelos maternos, Isabel y Fernando, con los Países Bajos, y el archiducado de Austria, del patrimonio de los Habsburgo por parte de la rama de su padre Felipe el Hermoso.
La herencia de Carlos I por parte paterna no fue complicada por cuanto el legado flamenco borgoñón lo recibió a través de Felipe el Hermoso que a su vez lo había heredado de su madre María de Borgoña. Aunque su progenitor había fallecido en 1506 no fue hasta su mayoría de edad, en el año 1515, cuando fuera proclamado duque de Borgoña, el primero de sus títulos.
Tampoco supuso mayor problema la herencia austríaca que recibiría a la muerte de su abuelo Maximiliano I en 1519, ni la herencia aragonesa que recibía de su otro abuelo, Fernando el Católico tras el fallecimiento de este en el año 1516.
Sucesión de la Corona de Castilla: Herederos
Los problemas sucesorios se produjeron con la herencia de la Corona de Castilla, sujeta al azar o al destino del fallecimiento de algunos de los herederos legales anteriores a él, así como de la locura de su madre, Juana, a quien las Cortes de Castilla no declararon incapaz en ningún momento.
El primero de los herederos a la sucesión de la Corona de Castilla fue el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, quien tras casarse con Margarita de Habsburgo, falleció apenas seis meses después de la boda a una temprana edad sin haber dejado descendencia.
Tabién la hija mayor de Isabel y Fernando, Isabel, había fallecido al poco de dar a luz al infante Miguel, fruto de su matrimonio con Manuel I de Portugal. Como heredero legal, el infante Miguel hubiera reunido bajo su gobierno a las tres Coronas peninsulares, Aragón, Castilla y Portugal, pero desgraciadamente también falleció a los dos años de edad.
La siguiente en la línea sucesoria era Juana, la siguiente hija de los Reyes Católicos en quien ya se comenzaban a apreciar sus problemas mentales. Ella sería reconocida como heredera legal en las Cortes de Toledo en el año 1502, y en las de Zaragoza poco después.
Juana estaba, además, casada con Felipe de Habsburgo, heredero de la Corona austríaca, pero claro defensor de la causa francesa, enemgos irreconciliables de la monarquía hispánica, con quien se alineaba políticamente.
Quizás a cosecuencia de esto, Isabel de Castilla hizo constar en su testamento su reconocimiento a Juana como heredera del trono salvo cuando que estuviera ausente de Castilla o «no quiera o no pueda entender de la Gobernación», en cuyo confiaba a su marido Fernando la regencia de la Corona hasta que Carlos de Gante cumpliera veinte años.
Felipe el Hermoso, regente de Castilla
Había un claro deseo por parte de Isabel de Castilla de evitar que Felipe el Hermoso se alzara como rey de Castilla o que siquiera fuera regente en nombre de Juana, lo que no fue óbice para que a la muerte de Isabel, Felipe reclamara sus derechos como esposo de la heredera legal. Lo que no tuvieron en cuenta los Reyes Católicos era que la nobleza y las ciudades castellanas apoyaran la causa de Felipe en lugar de la de Fernando por la sucesión de la Corona de Castilla.
Con el apoyo de estos, Felipe desembarcaría con un pequeño ejército en La Coruña en abril de 1506, por lo que Fernando se retiró primero a su reino de Aragón y más tarde a Nápoles.
El Cardenal Cisneros y Fernando el Católico
Poco duraría el gobierno de Felipe el Hermoso, pues apenas cinco meses después fallecería de forma repentina en Burgos. Con Juana enloquecida y con Carlos con tan solo 6 años de edad, fue preciso volver a llamar a Fernando el Católico para que asumiera la regencia, haciéndose cargo el Cardenal Cisneros del Gobierno castellano durante un año, hasta la llegada desde Nápoles del rey aragonés.
En 1509 la reina Juana fue recluida definitivamente en Tordesillas y siete años después, en enero de 1516, Fernando falleció cerca de Trujillo, Cáceres. De nuevo el Cardenal Cisneros asumiría la regencia hasta la llegada a Castilla de Carlos de Gante, ya Carlos I, autoproclamado rey de Castilla y Aragón en la catedral de Santa Gúdula de Bruselas, la cual se produciría a través de Villaviciosa, en Asturias, el 19 de septiembre del año 1517.
Se cerraba así el conflicto producido por la sucesión de la Corona de Castilla.
Publicado en: Edad Moderna, Historia de España
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Quisiera leer sobre la edad actual de los paises nórdicos. Es decir Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia. Mil gracias-