Agua Tofana, un veneno con historia

pocima

El letal veneno conocido como Agua Tofana tomó el nombre de Teofanía d´Adamo, una de las envenenadoras más famosas de la historia, natural de la isla de Sicilia y creadora de este mortífero elixir.

Esta mujer, catalogada de bruja dada la época (fue ejecutada en 1633), usaba el veneno para suministrarlo a mujeres que querían deshacerse de sus maridos.

En esta época el divorcio no estaba contemplado, la infidelidad estaba a la orden del día y los maltratos a las mujeres eran normales. Así, se hacía bastante difícil terminar con una relación, y más si eras una mujer. La única solución era terminar con la vida de tu marido, eso sí, intentando por todos los medios que no te descubrieran, o tu futuro sería aun más negro que el de tu desdichado esposo.

La composición de este veneno era desconocida. Según los cronistas era un líquido transparente e insípido, en el que seguramente había parte de arsénico y cimbalaria.

Era tan letal, que los síntomas de muerte comenzaban a aparecer poco tiempo después de ingerirlo. Además, los médicos de la época no contaban con muchas pistas, pues lo cierto es que su uso no podía ser identificado por aquel entonces.

No es de extrañar que la fama de esta mujer creciera considerablemente. Amasó muchísima fortuna, pues las mujeres acudían a ella desesperadas para terminar con las vidas de sus maridos. Todo parecía perfecto, no obstante, finalmente sería descubierta.

Al parecer, una de sus clientas vertería el letal veneno en el plato de su marido. No obstante, por equivocación, terminó confundiéndose y comiendo del plato contrario, el que había reservado para su esposo. Los síntomas de envenenamiento comenzaron tan rápido que la joven se dio cuenta del error que había cometido al instante. Asustada por su final, confesó absolutamente todo, alarmando primero a su marido y posteriormente a las autoridades.

Teofania de Adamo sería torturada hasta que finalmente confesó sus crímenes. Así, en 1633 sería ejecutada de forma pública. No obstante, lo que sus verdugos no sabían era que su hija Giulia conocía el secreto de esta letal pócima. Conocedora del éxito de su madre, con el tiempo, mejoraría la receta cambiándole el nombre por Maná de San Nicolás o Agua de Nápoles.

Perseguida por los mismos rumores que acabaron con la vida de su madre, Giulia escaparía a Roma, siguiendo evidentemente con estos envenenamientos. La hija de Giulia, Girolama, también aprendería el negocio familiar. Así, en 1659, se descubrió que la joven habría envenenado a más de 600 personas, como ella misma confesó.

Aunque se intentó por todos los medios terminar con el veneno, cuentan que la pócima habría llegado al centro de Europa a través de Nápoles, así pues muchas más víctimas podrían haberse sumado a la lista. Es más, existen teorías que afirman que una de sus víctimas más famosas pudo ser Amadeus Mozart, aunque evidentemente esto no está probado.

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Foto vía:   origenarts

Publicado en: Curiosidades de la Historia

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