La expulsión de Rodas de los caballeros de San Juan

Caballeros de San Juan de Rodas

La isla griega de Rodas fue testigo de un apasionante episodio de las medievales Cruzadas contra los otomanos cuando en la tarde del día de Año Nuevo de 1.523 los caballeros de San Juan, la orden conocida conocida como la de los caballeros hospitalarios, fue expulsada de la isla por el gran Solimán.

La Orden Hospitalaria de los Caballeros de San Juan

Esta orden, la hospitalaria de los Caballeros de San Juan, fue fundada en Jerusalén en el siglo XI, con la intención inicial de fundar un hospital para los peregrinos. Aquel hospital, construido junto a la Iglesia del Santo Sepulcro, se consagró a San Juan Bautista, recibiendo así la Organización, en primera instancia, el nombre de Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén. Sin embargo, con el paso de los años, y la cada vez mayor presencia musulmana y el avance de las Cruzadas, aquella orden hospitalaria, bajo las ordenes de su segundo Gran Maestre, Raymond du Puy, adquirió tintes militares.

Aquella Orden tuvo su primera sede en Jerusalén pero tras ser conquistada ésta por Saladino en el año 1187, hubieron de marcharse a San Juan de Acre, de donde a su vez, también hubieron de marcharse, por los mismos motivos, en el año 1.291, a Chipre.

No sería éste su establecimiento definitivo, pues de allí se marcharían a Rodas en el año 1310, donde establecerían su base definitiva… durante más de 200 años.

La expulsión de Rodas de los Caballeros de San Juan

Parecía escrito en su destino que serían perseguidos, porque a fines de julio de 1522 el sultán otomano Solimán el Magnífico desembarcó sus tropas en la isla dispuesto a conquistarla con un ejército de más de 100.000 hombres. Durante varios meses resistieron el asedio mientras sus murallas eran cañoneadas por los turcos. Durante meses y hasta diciembre tuvieron que soportar los asaltos de los jenízaros que irrumpían allá por donde se abría un hueco en la muralla.

La situación parecía cada vez peor, pero no sólo las tropas cristianas sufrían el paso de los días, pues entre las tropas musulmanas se extendieron las enfermedades.

Sitio de Rodas: La expulsión de los Caballeros de San Juan
Sitio de Rodas: La expulsión de los Caballeros de San Juan

Al fin, en diciembre de aquel año de 1522, Solimán y el Gran Maestre hubieron de pactar un acuerdo. Los Caballeros de la Orden de San Juan, y los cristianos que vivían en Rodas podrían marcharse sin daño alguno a cambio de dejar la ciudad en manos musulmanas.

El día de Año Nuevo las puertas de Rodas se abrieron y de ella salió una larga fila de soldados cruzados, de caballos, banderas, y otros cristianos al son del redoble de las trompetas. Efectivamente, las tropas musulmanas les hicieron guardia, pero no les inflingieron daño alguno.

Aquel final caballeresco, sin embargo, a la larga le trajo consecuencias a Solimán, pues años después volverían a cruzarse en un campo de batalla con fatales consecuencias para el Sultán. La Orden, ahora asentada en la isla de Malta, y conocida desde ese momento como la Orden de Malta, les infringió un severo correctivo cuando una vez más Soleimán intentó conquistar la isla de Malta.

UN POCO DE TURISMO EN RODAS

Rodas es la más grande y conocida turísticamente de las islas del Dodecaneso. Situada a unos 400 kms. de Atenas, la ciudad formó parte en su momento tanto del Imperio Romano, como de los bizantinos para más tarde ser ocupada por los Caballeros de San Juan.

El casco antiguo de Roda está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Deberías adentrarte por sus callejuelas laberínticas para verte envuelto en aquella época medieval de las Cruzadas.

Te encontrarás así ante el Palacio del Gran Maestre, la impresionante fortaleza amurallada que fuera sede precisamente de los Caballeros de San Juan.

Palacio del Gran Maestre, en Rodas
Palacio del Gran Maestre, en Rodas

Fuera de la ciudad debes visitar el Valle de las Mariposas donde además de la particular visión de la fauna de esta isla, encontrarás ruinas de templos antiguos e incluso un santuario dedicado a la diosa Atenea. También debes ver el acuario de Rodas, sobre todo si vas con niños, pues les servirá para conocer la fauna marina que albergan las aguas que rodean a esta isla.

Para los que gustan de la Naturaleza, podríais ir al Monte Filerimos, donde se encuentra un antiguo monasterio bizantino y unas vistas impresionantes de la isla, o bajar a las playas de arena dorada de Tsambika y Lindos, perfectas para relajarse y disfrutar del sol y el mar.

Por último, una visita agradable es la del pueblo de Lindos, con su icónica acrópolis que se alza elegante sobre el pueblo blanco y sus estrechas callejuelas llenas de tiendas y tabernas tradicionales. Y para los más aventureros, un viaje en barco a las islas cercanas de Symi y Kos ofrece la oportunidad de explorar paisajes espectaculares.

Sin embargo, probablemente, esta isla de Rodas sea conocida gracias a las leyendas y la mitología que hablan de una gigantesca figura que abría paso a los barcos en su puerto. Sí, se trata de El Coloso de Rodas, del que por cierto, jamás pudieron encontrarse rastros confirmables.

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Publicado en: Edad Moderna, TourHistoria

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