La Guerra de las Galias
La famosa Guerra de las Galias fue un conflicto militar entre el procónsul romano Julio César y las tribus galas. Acontecida entre el año 58 aC y 51 a.C, fue un periodo de la historia intenso, en el que la República romana consiguió someter por completo a la Galia, un país que ocupaba los territorios entre el Mediterráneo y el Canal de la Mancha.
César demostró que podía dirigir un ejército competente, el más duro de todos los ejércitos. Algo que además demostraría en otras ocasiones, pues lo cierto es que Julio César ha sido considerado como uno de los generales más capaces de todos los tiempos.
Entre sus hombres, figuraban personajes como Lucio Julio César o Marco Antonio. También destacaban Tito Labieno o Quinto Tulio Cicerón, todos ellos hombres que posteriormente destacarían en la historia de Roma.
La táctica que usó Julio César respondía al nombre de celeritas caesaris, algo así como rapidez cesariana.
Aunque esta guerra se justificó, por parte de César, como una acción preventiva, pues lo cierto es que las tribus de las Galias habían conseguido atacar algunos campamentos. La mayoría de los historiadores coinciden en la idea de que el principal motivo era potenciar la carrera política de este general y cancelar sus grandes deudas.
La Guerra de las Galias terminaría por fin con la Batalla de Alesia durante el año 52 a.C. En este conflicto los romanos consiguieron poner fin a la valiente, pero molesta, resistencia organizada de los galos.
Gracias a esta victoria, los romanos pudieron expandirse. La República romana lograba ampliar sus territorios por aquellos terrenos que hasta el momento habían pertenecido a los galos. Además, las tropas que se emplearon para esta campaña, conformaron el ejército gracias al cual el general marchó sobre la capital de la República. Julio César cosechaba una victoria absoluta, que sería narrada y recogida por él mismo en Comentarios a la guerra de las Galias, una fuente histórica de gran importancia.
La guerra se saldaba con unas 800 ciudades conquistadas, 300 tribus sometidas, un tributo de unos 40 millones de sextercios, un millón de prisioneros ideales para vender como esclavos, así como tres millones de muertos en la batalla. Estos datos vendrían de la mano de Plutarco. No obstante, hay que destacar que en esta época, a los historiadores les gustaba mucho exagerar. Aun así, seguramente las cifras reales eran igualmente grandes.
Foto vía: puntadelanza
Publicado en: Edad Antigua, Historia de Roma
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