La expansión de los vikingos en el siglo VIII y IX

Vikingos

En el siglo VIII el oeste de Europa vivió la invasión de los vikingos. A decir verdad llegaron por todas partes, aunque fundamentalmente lo hicieron desde el mar, en aquellos barcos que todos hemos visto en televisión o en fotografías alguna vez. En la Inglaterra del siglo VIII pueden hablar perfectamente de la ferocidad de estos vikingos, que saquearon todo lo que encontraron a su paso.

El propio Carlomagno también sufrió a comienzos del siglo IX las acometidas vikingas. Las incursiones de estos pueblos sobre las costas galas fueron constantes. Era el momento de la gran expansión vikinga, y su condición guerrera parecía no tener límites.

Pero, ¿porqué se inició la expansión vikinga?. Algunos apuntan al crecimiento acelerado de la población escandinava, de donde procedían los vikingos. Las condiciones climatológicas de Escandinavia no ayudaban mucho a la vida fácil, sobre todo debido a la falta de alimentos por la esterilidad de sus tierras. Los vikingos necesitaban pues un mejor lugar para vivir.

Otra de las causas de esta expansión vikinga eran las luchas civiles que mantenían en sus tierras. Los reyes y jefes noruegos estaban siempre luchando entre sí por el control del país. Tanto es así que hasta cinco reyes noruegos murieron en las sucesivas guerras civiles en apenas dos décadas. Estaba claro que mucha gente tuvo que emigrar para huir de esta situación tan terrible en su propia tierra.

Sin embargo los vikingos también eran amantes de las riquezas y los tesoros, y la Europa de los siglos VIII y IX era un magnífico lugar para obtener posesiones importantes. El oro de los recién creados monasterios y el auge de ciertas ciudades animaron a los vikingos a expansionarse. De vivir mal en su propia tierra a ser ricos en el extranjero… la verdad que los vikingos lo tenían muy claro.

A todo esto ayudó la gran habilidad que tenían los vikingos para la construcción de barcos. Con ellos lograban desplazarse a gran velocidad, saqueando todo a su paso y transportando a una gran cantidad de guerreros. Además en aquella época los ataques por mar eran mucho más sorpresivos que los ataques por tierra. Precisamente las ciudades con más riquezas siempre estaban curiosamente al lado de los ríos y mares. Un botín demasiado suculento como para ser dejado a un lado.

Publicado en: Edad Media Alta

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