Partes de un castillo I: La Torre del Homenaje
La llamada Torre del Homenaje o Torreón representaba la parte principal en la estructura de los castillos medievales, así como su torre más alta y último baluarte defensivo en caso de un ataque. Su ubicación dentro de la fortaleza podía variar de un castillo a otro, tanto presidiendo el recinto como apartada en uno de sus extremos, siempre tratando de que su situación la dotase de mayor seguridad que al resto de las construcciones.
Origen de la torre del Homenaje
El nombre proviene de la costumbre de realizar en esta torre la ceremonia de entrega de un feudo a un vasallo, y también para que se rindiera homenaje a las gestas y victorias protagonizadas por el señor feudal.
Esta torre era importante por el hecho de que en ella residían los señores del castillo, y representaba la última línea defensiva una vez que el enemigo hubiese atravesado todas las demás barreras. La lucha por la torre del homenaje era la única oportunidad de supervivencia para los defensores, por lo que su defensa era cuestión de vida o muerte.
Su estructura más común es una torre de varios pisos, los cuales se conectan mediante escaleras de caracol en sentido de izquierda a derecha, para dificultar el avance de los enemigos, que en su mayoría empuñaban la espada con la mano derecha.
Otras medidas defensivas con que solía contar el último refugio del señor eran las saeteras, unas estrechas aberturas por las que los arqueros podían disparar a cubierto; las ladroneras, que eran unas trampillas por las que se podía verter aceite hirviendo o lanzar rocas, y las almenas en la parte superior de la torre, desde las cuales se podía atacar al enemigo desde una posición más elevada y resultar un blanco más difícil.
Pero cuando no era utilizada para la defensa inmediata, esta torre del Homenaje hacía las funciones de residencia y hogar del señor feudal, así como de sus criados y sirvientes. En ella se encontraban los dormitorios principales, salones, comedores, despensas de comida y lugares para la recepción de nobles y miembros de la realeza. Muchas veces en sus sótanos también se instalaban en ella las prisiones, con objeto de mantener a los presos bajo una vigilancia más directa, reduciendo sus posibilidades de escape.
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Publicado en: Curiosidades de la Historia
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