La guerra más larga de la historia

Islas Sorlingas

Hace poco hablábamos de la guerra más corta de la historia de la que más abajo os pongo el enlace. Pues bien, hoy haremos un repaso a los motivos y el desarrollo de la guerra más larga hasta el momento conocida, se trata de la Guerra de los Trescientos Treinta y Cinco Años, un conflicto que si ya llama la atención por la duración del mismo, más lo hace al saber que durante este tiempo no hubo ninguna víctima, ni tan sólo un disparo.

Nos situamos en la Guerra civil Inglesa, que comenzó en 1642 y terminó en 1652. Esta guerra enfrentaba a los partidarios del rey Carlos I, los realistas, con los parlamentarios, que como su propio nombre indica defendían el poder de un Parlamento y por tanto la fijación de unos límites al poder real.

A pesar de que Carlos I se rindió y fue decapitado, lo cierto es que la lucha entre estos dos bandos no cesó. Fue en ese momento cuando los realistas, perseguidos por los parlamentarios, se vieron obligados a trasladar su base a las islas Sorlingas, situadas al este de Cornualles. Allí siguieron mandando ofensivas en contra de las tropas lideradas por Oliver Cromwell.

Ante esta situación, el resto de Europa pretendía mantenerse al margen. Eran problemas internos de los ingleses y no tenían ningún tipo de intención de intervenir. No obstante, había alguien que no era tan imparcial. Nos referimos a los Países Bajos. Éstos estaban bastante agradecidos a la ayuda que habían recibido por parte de Inglaterra en la guerra contra España, por tanto, no querían perder su alianza con ellos.

En este punto, los Países Bajos se encontraron en un dilema ¿a quién apoyar? Al parecer lo resolvieron rápido, pues tenían claro que estarían de lado de los más fuertes y los parlamentarios tenían todas las papeletas para ganar el conflicto.

Al tener conocimiento los realistas de este apoyo, tomaron esto como una declaración de guerra en toda regla, así pues, su flota comenzó a atacar a los barcos holandeses. Los holandeses no habían declarado nada así que no dudaron en pedir la reparación de sus naves y la devolución de los botines obtenidos de los barcos capturados. Como los realistas se negaron, en 1651 los Países Bajos declararon finalmente la guerra, eso sí, sólo a las islas Sorlingas.

Fueron meses de tensión, pero lo cierto es que no hubo ningún tipo de ataque por ninguno de los dos bandos. Finalmente, en junio de ese mismo año el conflicto entre realistas y parlamentarios terminó, así pues los holandeses se olvidaron de su guerra y de establecer una paz zanjando por tanto el conflicto con las islas Sorlingas.

Con el paso de los siglos, esta historia se quedó como una mera leyenda local. No había pruebas suficientes, o no se buscaron, de que realmente hubiera un conflicto abierto entre ambos. No obstante, en 1985, el historiador y presidente del Consejo de las Islas Sorlingas escribió al embajador holandés en el Reino Unido para que comenzaran una serie de investigaciones y así poder ver si esta leyenda era cierta o no.

Estas investigaciones efectivamente reafirmaron la idea de que el conflicto seguía abierto tras todos estos años; así pues en ese mismo año, tras 335 años de guerra silenciosa, se firmó la paz en Hughtown. Un tratado de paz en el que se apuntó con humor que los habitantes de Sorlingas debían haber pasado unos años terribles viviendo un ataque inminente en cualquier momento.

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Foto vía: Tom Corser

Publicado en: Conflictos belicos, Curiosidades de la Historia

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