El caldero de Gundestrup

A finales del siglo XIX se produjo en Dinamarca uno de los descubrimientos arqueológicos que más interés ha suscitado en la comunidad científica relacionada con el estudio de la Edad del Hierro europea. En concreto, se halló en la localidad de Himmerland un recipiente ritual que había sido desmembrado en varias piezas, que estaba realizado en plata casi pura (con un porcentaje del 97%) y que estaba decorado con varios motivos tanto animales, como vegetales y de tipo antropomórfico.

La pieza fue reconstruida y, tal y como se muestra hoy, se trata de un caldero de 42 centímetros de alto por 69 centímetros de diámetro, lo que le convierte en el mayor artilugio arqueológico realizado en plata y datado en el período que se corresponde con la Edad del Hierro, siendo fechado en el siglo II a. d.C. Su iconografía, además, es objeto de gran interés y debate entre los investigadores, que lo relacionan con las culturas célticas que se dieron en la Europa Central durante esta época.

A este respecto, y en cuanto a su iconografía, cabe decir que en ella están representadas algunas de las grandes figuras mitológicas del mundo celta, como pudieran ser Cernunnos o Taranis, así como Dagdas, que está sumergiendo a los guerreros muertos en el caldero para lograr su resurrección. Y es que dentro de la mitología celta, el poder del caldero mágico está cimentado en numerosas leyendas, que afirman que puede alimentar a miles de hombres o dar el saber universal a quien beba su contenido, así como otorgarles la vida eterna.

Asimismo, en él están representados animales exóticos, como delfines o leones, lo que daría entender que los artesanos que lo fabricaron mantendrían relaciones con el mundo Mediterráneo.

En la actualidad puede contemplarse en el Museo Nacional de Dinamarca, ubicado en la ciudad de Copenhague.

Foto vía: Xuan Che

Publicado en: Edad Antigua

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