Cadiz, rincon trimilenario en peligro
Cádiz, Tacita de Plata, situada en el sur de España, Costa de la Luz, en uno de los enclaves más privilegiados de nuestro país. Permitidme que hoy os hable un poquito de este rincón de España al que tanto quiero; que haga desde aquí un llamamiento, o un grito de auxilio, o como queráis llamarlo en favor de este rincón trimilenario.
Porque Cádiz tiene tres mil años de historia, desde que la fundaran los fenicios. Pero, para muchos, sobre todo los investigadores que se encargan de estudiar el «temido» cambio climático, dicen que la ciudad no llegará a ser a este paso tetramilenaria. Y es que el cambio climático afecta en especial a la salud del agua, el elemento fundamental de nuestro planeta.
Ni que decir tiene que, dada la ubicación de una ciudad como Cádiz, rodeada casi en su totalidad por el mar, siempre que éste se vea afectado, la ciudad lo será en una medida muy igualitaria. Desde hace ya varios años se viene alertando de la caótica situación en la que viven los ecosistemas marinos de nuestros mares, castigados con la avalancha descontrolada de vertidos residuales.
Los efectos del cambio climático también inciden de primera mano. Sin ir más lejos, en diciembre pasado salió a la luz un estudio en el que la temperatura en la ciudad había aumentado en los últimos 150 años en casi tres grados centígrados. De un tiempo a esta parte, se dice por aquí que la primavera y el otoño han desaparecido, pasando del frío del invierno al calor acusado del verano, con muy pocos días de por medio.
Sin ir más lejos, en la zona de Cádiz se están produciendo estos días temperaturas cercanas a los 40 grados, cuando hasta hace poco no sobrepasaban los 30. El frío y las temperaturas calurosas llegan de un día para otro, como consecuencia precisamente del cambio climático. Cádiz, y en extensión su provincia, es un lugar que debería tener un impacto mayor en cuanto a los sistemas que se lleven a cabo para contrarrestar los efectos del cambio climático.
El cambio climático también viene afectando a la fauna y flora de nuestra provincia. El Estrecho de Gibraltar siempre ha sido lugar de paso de una gran cantidad de aves migratorias, en busca de climas más suaves o más cálidos, según la época del año. En los últimos años, los flujos migratorios han bajado considerablemente, Esto ha llegado a provocar, incluso, cambios genéticos en las aves, al adquirir nuevas costumbres y rutinas.
Parece que no queremos darnos cuenta, o poco caso le hacemos, al hecho del cambio climático. No es una cuestión baladí, en absoluto. Las medidas que se toman hasta ahora son insuficientes, o apenas tienen repercusión. Los famosos apagones, como medida de ahorro energético para darle realce a este problema mundial, apenas son seguidos.
El Gobierno debería proyectar e idear muchas más medidas encaminadas a dar a conocer con datos relevantes y veraces las consecuencias que el cambio climático puede tener en la provincia de Cádiz. A buen seguro que pocos son los que conocen los efectos que se están produciendo en la zona. Y es que, según la mayoría de los estudios, a este paso Cádiz no será tetramilenaria. No es para tomárnoslo a broma.
Publicado en: Noticias
Imprimir