Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador

El Cid Campeador

Cuántas veces hemos oído hablar de las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, hazañas por las que fue conocido como el Cid Campeador. Este mítico caballero nació en Vivar, en la provincia de Burgos, en algún momento de los años 1040 al 1043. Era tan conocido entre los propios musulmanes que precisamente su sobrenombre del Cid viene del árabe Sidi, que significa Señor.

Creo que todos tenemos en mente ahora mismo la imagen de un Cid Campeador vestido con su cota de mallas, su casco en forma cónica, el que usaban en la caballería castellana de la época, con su espada y su espesa barba a lomos de Babieca, su mítico caballo.

Pero, ¿qué conocemos del Rodrigo Díaz de Vivar niño?. Sólo que nació en una familia noble y que fue educado en la corte real de Fernando I. Al morir Fernando, se produjo una pequeña guerra civil entre sus hijos, en la que el Cid se puso de lado de Sancho II, quien logró vencer a sus hermanos, Alfonso y García, exiliando a ambos en Toledo.

Sin embargo, la cosas no se iban a solucionar tan fácilmente, ya que uno de los soldados favoritos de su hermana Urraca, asesinó a Sancho y Alfonso regresó de su exilio para coronarse rey a sí mismo. Rodrigo Díaz tuvo que ponerse al servicio de Alfonso VI, en la época en la que se casó con Jimena.

Aún así, Alfonso VI nunca olvidó la afrenta de Rodrigo a la hora de defender a su hermano Sancho, y desterró al Cid. Nuestro caballero abandonó Castilla y se puso a las órdenes de Al-Mutamin, jefe musulmán de Zaragoza. Parece hoy controvertido pensar que el gran héroe castellano llegó incluso a luchar contra los cristianos, ocasionando derrotas al propio Conde de Barcelona y a las tropas de Aragón.

Viendo que las cosas se torcían demasiado, Alfonso VI se retractó de sus actos, y llamó al Cid para que volviera del exilio y le ayudara en las luchas contra los almorávides del norte de África. Sin embargo, Rodrigo optó por continuar con su ejército mixto de musulmanes y cristianos, tomando Valencia en el año 1094. Gobernó la ciudad hasta que murió en un ataque de los almorávides en el 1099.

Cuenta la leyenda que los almorávides, al conocer la noticia de la muerte del Cid, esperaban la rendición de Valencia sin luchar. Sin embargo, las puertas de la ciudad se abrieron, y el cadáver del caballero apareció a lomos de Babieca, causando tal espanto en los musulmanes, que estos huyeron despavoridos. Realmente es una leyenda que quizás no tenga ningún fundamente real.

Foto Vía Valenzuela Larrain

Publicado en: Edad Media Alta, Historia de España, Personajes históricos

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1 comentario

  1. David dice:

    Tengo una duda, puesto que yo he leído en varios lugares que el emir de Zaragoza se llama al-Muqadir. Es posible que estéis vosotros equivocados o lo esté yo, en este caso sería útil que me informaseis de ello. Gracias.

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