Hoy en nuestro viaje por la historia nos vamos hasta la agitada Rusia de 1917. La situación en el imperio ruso no pintaba muy bien, con la aristocracia nadando en la riqueza y la población obrera haciendo colas en las calles para poder conseguir pan, leche y otras necesidades básicas. Estaba claro que las protestas que ya se dejaban oir en estas colas obreras pronto iban a hacerse oir mucho más.
Fueron estas protestas las que, en resumidas cuentas, marcaron el inicio de la Revolución Rusa. La Duma, el gobierno legislativo, decidió expulsar al Zar Nicolás Romanov y a toda la familia del poder para tenerlos bajo arresto domiciliario. Un gobierno provisional se hizo cargo de la situación, pero a la clase obrera tampoco le terminaba de gustar este gobierno provisional, ya que a decir verdad no les representaba para nada.
Las voces de aquella clase obrera disconforme es lo que hoy, y entonces, se conocen como los bolcheviques. La palabra bolchevique significa en ruso mayoría, aunque también se asocia con la palabra boolshoi, que significa grande. Los bolcheviques representaban al Partido Marxista Ruso Socialdemócrata, quienes a principios del siglo XX se habían separado de los mencheviques.
El inicio de los bolcheviques
Los bolcheviques fueron fundados por Lenin, quien tras regresar del exilio a Rusia lo primero que hizo fue ganarse el apoyo de los trabajadores, los campesinos y los soldados, formando los Soviets, un consejo local del que surgió el Partido Bolchevique. Estos soviets son los que gobernaron al país junto al gobierno provisional, para que así no hubiera ya más peleas.
Sin embargo, como siempre pasa, los bolcheviques querían un poco más, y deseaban el gobierno total para ellos. Lenin se alió con Trotsky para elaborar un plan que les diera el poder total. Fue el 25 de octubre de 1917 cuando Lenin y los bolcheviques se sublevaron contra el gobierno provisional.
El gobierno provisional intentó oponer resistencia, pero el plan fue magníficamente ejecutado. Lenin y sus seguidores tomaron los edificios de gobierno de San Petersburgo, que en aquel entonces era la capital de Rusia. No fue hasta la noche del 25 al 26 de octubre cuando tomaron definitivamente el Palacio de Invierno, desapareciendo así el imperio ruso y naciendo la URSS, una nueva nación comunista.
El término bolchevique duró hasta 1950, cuando Stalin cambió el nombre del partido para llamarlo Partido Comunista de la Unión Soviética. Aquellas simples protestas obreras en las colas para pedir pan y leche fueron las que llevaron a la Revolución de Octubre de los bolcheviques y al nacimiento de una nación comunista.