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Nicolae Ceaucescu, la caída del comunismo en Rumanía

El dictador comunista rumano, Nicolae Ceaucescu, y su esposa Elena, fueron condenados a muerte por un tribunal militar, siendo ejecutados el día de Navidad de 1989. Los dos acusados habían cometido crímenes contra la dignidad humana y los principios de la justicia social, tratando de destruir deliberadamente al pueblo rumano.

A la luz de todas las víctimas inocentes que murieron a causa de estos dos tiranos, el tribunal militar de Rumanía pidó la pena de muerte para ambos. Algo así fue lo que dijo el fiscal Dan Vonea en el juicio llevado a cabo contra Nicolae, de 71 años, y su esposa Elena, de 70. El juicio se celebró en el cuartel de la ciudad de Targoviashte, al sur de Rumanía, el 25 de diciembre de 1989.

El juicio se prolongó durante dos horas, y las condenas a muerte fueron llevadas a cabo de inmediato por un pelotón de fusilamiento. Nicolae Ceaucescu puso punto y final a su vida despótica. Elena también trató de permanecer orgullosa en sus instantes finales, pero no pudo reprimir el llanto cuando conoció la terrible verdad de su ejecución.

Elena Petrescu, apodada Lenuta, nació el 6 de enero de 1919 en una pequeña aldea en la región rural de Oltenia, Su padre era un pobre labrador que trabajaba en unas tierras arrendadas. Elena no era que digamos muy inteligente, a excepción del canto, la gimnasia y la costura. Así pues, dejó la escuela a los 14 años, y se mudó con su hermano a Bucarest.

En Bucarest, Elena trabajó en un laboratorio y una fábrica textil. Aunque no estaba interesada en la política, se unió al Partido Comunista. Esta decisión a buen seguro que estudo influenciada por su hermano.

Elena conoció a Nicolae Ceaucescu en un encuentro de jóvenes del Partido Comunista en 1939, y se casaron en 1946. Un año más tarde, los comunistas llegaron al poder en Rumanía, y Nicolae, que había sido líder de las Juventudes Comunistas, se colocó al frente del Ministerio de Agricultura. Más tarde se convirtió en viceministro de las Fuerzas Armadas. Elena comenzó a trabajar como secretaria en el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero pronto fue despedida por incompetente.

Mientras tanto, había dado a luz a tres hijos, Valentin en 1948, Zoia en 1949, quien murió en el 2006, y Nicu en 1951, quien murió en 1996.

Ceaucescu comenzó a subir en la jerarquía de su partido, y en 1955 fue elegido Secretario General del Partido Comunista rumano. Aparte del control político, Ceaucescu también se incautó del poder del Estado, convirtiéndose en Presidente del Consejo de Estado dos años después, y Presidente de Rumanía en 1974. Ceaucescu fue apoyado por China y Corea del Norte, y trabajó por la independencia de Rumanía de la Unión Soviética.

La condena que Ceaucescu hizo de la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968 hizo que se ganara la simpatía y el apoyo financiero de Occidente. Sin embargo, la deuda de más de 13 millones de dólares, que fue pagada íntegramente en verano de 1989, y la devastadora política económica de Ceaucescu, combinada con la crisis energética de principios de los años 80, resultó un desastre sin paliativos.

La vida cotidiana de los rumanos se convirtió en una severa lucha por la supervivencia, ya que apenas podían satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud, vestido y alojamiento. Haciendo caso omiso de la terrible y dramática situación de los ciudadanos rumanos, el culto a la personalidad de Ceaucescu fue creciendo cada vez más, sobre todo en los medios de comunicación.

Se llegó a decir que si Grecia es recordada por Pericles, Francia por Napoleón y Rusia por Pedro el Grande, Rumanía sería recordada por la era de Nicolae Ceaucescu. Se le comparó con los grandes héroes antiguos, y algunos periódicos lo catalogaron como el genio de los Cárpatos, el titán del pensamiento, el hijo amado de los rumanos, y el padre del pueblo rumano.

De su esposa Elena se llegó a decir que era la madre de la nación, e incluso se engañó al mundo entero, comparándola con Marie Curie, alegando reconocimientos científicos. Se dijo que era vicepresidenta, doctora e ingeniera. Menos la que todo se descubrió que era un tremendo engaño.

Hoy, venite años después de la muerte de estos dictadores rumanos, Rumanía intenta aún salir de la grave situación en la que la dejaron los comunistas.

Foto Vía Dictator Of The Month