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La Historia de San Jorge

Hay muchas historias en torno a San Jorge, desde que formaba parte del ejército romano hasta su capacidad para matar dragones. Vamos a conocer al hombre que se considera el patrón de Inglaterra. San Jorge nació en algún momento entre los años 275 y 281. No se sabe con exactitud dónde nació, pero algunos documentos históricos apuntan a Grecia, mientras otros dicen que en realidad era turco.

Nacido de una familia cristiana, ingresó en el ejército romano a temprana edad, siguiendo los pasos de su padre. El emperador Diocleciano conocía al padre de Jorge, por lo que recibió al instante. Es así como pudo pasar rápidamente a formar parte del ejército, y pronto ascendió al rango de tribuno, la guardia personal del emperador.

Sin embargo, en el año 302, el emperador Diocleciano ordenó la detención de todos los soldados cristianos del imperio. Jorge tenía la orden de participar en la persecución contra los cristianos, por lo que tuvo que verse en la tesitura de elegir entre la fe y el deber. En última instancia, Jorge eligió la fe y confesó su cristianismo.

Diocleciano intentó convencerle, ofreciéndole multitud de regalos y presentes a cambio de que hiciera un sacrificio a los dioses paganos. Pero Jorge se negó y continuó en su fe. El emperador se vio así obligado a ordenar la detención de Jorge y promulgar su ejecución.

Después de ser terriblemente torturado, Jorde fue decapitado el 23 de abril del 303. La emperatriz Alexandra, junto con Atanasio, sacerdote pagano hasta la muerte del propio Jorge, intentó convencer de convertir en mártir a Jorge. Pero no fue sino hasta el año 494 cuando Jorge fue canonizado por el Papa Gelasio I.

Las historias de San Jorge matando a los dragones fueron creadas por los cruzados. La versión más aceptada es la que tiene como protagonista la ciudad de Silene. Esta ciudad estaba rodeada por un lago, y para cruzarlo, los habitantes de Silene tenían que ofrecer una oveja al dragón que vivía en sus aguas. Al acabarse las ovejas, el dragón pidió sacrificios humanos.

En una ocasión, una de las personas que iban a ser sacrificadas era la princesa de Silene. Y todo para salvar la mendicidad en la que había caído el monasrca. Sin embargo, al entregarle la princesa al dragón apareció San Jorge, quien mató al dragón y rescató a la princesa. Los ciudadanos de Silene mostraron su gratitud hacia San Jorge, y se convirtieron al cristianismo.

Pero San Jorge no sólo es el patrón de Inglaterra, sino que también lo es de Aragón, Cataluña, Canadá, China, Etiopía, Georgia, Grecia, Lituania, Palestina, Portugal y Rusia. También es patrón de muchas ciudades, entre ellas Beirut, Friburgo, Génova y Moscú. Ésta última es la ciudad que tiene más esculturas de San Jorge matando al dragón que ninguna otra en el mundo.

Estatuas representando la batalla de San Jorge con el dragón pueden verse en las principales ciudades del mundo, como Praga y Berlín, mientras que al santo puede verse en los escudos de armas de Moscú y Georgia. La cruz de San Jorge se usa para condecorar a los militares rusos por su heroísmo, mientras que también aparece en la bandera de Malta.

Más de 1700 años después, la leyenda y la historia de San Jorge sigue viva